HOUSTON -- José Siri se lanzó de cabeza hacia el plato. Luego de anotar, se incorporó de inmediato, flexionó los brazos y gritó con todas sus fuerzas.
“¡Vamos!”, dijo en varias ocasiones, regodéandose en el máximo escenario.
El dominicano, que ha pasado la mayor parte de su carrera en las menores, representó la chispa que encendió el desempeño de un equipo cuyas figuras principales tardaron un poco más en brillar. Los Astros de Houston doblegaron el miércoles 7-2 a los Bravos de Atlanta, para igualar la Serie Mundial a un triunfo por bando.
“Hay un largo camino desde la Triple A o estar a punto de ser transferido hasta llegar a la Serie Mundial”, dijo el manager Dusty Baker en referencia a Siri. “Y él ha manejado todo esto muy bien”.
El venezolano José Altuve disparó un doble en los albores del encuentro y un jonrón en las postrimerías, además de anotar dos carreras.
La velocidad y agresividad de Siri causaron estragos en las bases, lo que derivó en un racimo de cuatro carreras en la segunda entrada, para que los Astros cortaran una seguidilla de cinco tropiezos como locales en el Clásico de Otoño.
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