domingo, 2 de febrero de 2025

Cómo Singapur se transformó en pocos años en uno de los mejores países del mundo en calidad y esperanza de vida

 


En lo que respecta a la longevidad, pocos lugares en el mundo han experimentado un salto tan drástico en la esperanza de vida como Singapur.

Un niño nacido en el país en 1960 tenía probabilidades de vivir, en ese momento, hasta los 65 años. En contraste, un niño nacido allí hoy puede tener una expectativa de vida de más de 86 años, según las estimaciones.

Además, la cantidad de centenarios se duplicó durante la década de 2010 y 2020.

Este enorme salto en la longevidad, impulsado en gran medida por políticas e inversiones gubernamentales, fue suficiente para que el país fuera nombrado la sexta "zona azul" del mundo, en agosto de 2023.

Aunque algunos demógrafos cuestionaron recientemente su precisión, el término zonas azules fue acuñado por el periodista de National Geographic Dan Buettner, quien aseguró que identificó regiones donde las personas tenían vidas más largas y saludables en gran parte debido a una combinación de cultura, estilo de vida, dieta y comunidad.

Singapur fue la primera nueva zona azul en décadas (apodada "Zona Azul 2.0" por Buettner), sumándose a Cerdeña en Italia; Okinawa en Japón; la comunidad de Loma Linda en Estados Unidos; la isla Icaria en Grecia y la península de Nicoya en Costa Rica.

Una transición saludable

Pero no es sólo la cantidad sino también la calidad de vida lo que aprecian los residentes de Singapur.

Hablamos con algunos de ellos para comprender qué políticas y prácticas hacen que sus vidas sean más saludables y felices, y qué recomiendan a otras personas que van a Singapur en busca de una vida más larga.

"Al haber crecido aquí, he visto de primera mano la transformación en la conciencia de salud de la comunidad", nos dice Firdaus Syazwani, director del blog de asesoramiento financiero Dollar Bureau.

"Los fuertes impuestos sobre los cigarrillos y el alcohol, junto con estrictas prohibiciones de fumar en público, no sólo mejoran la salud individual, sino que también los espacios públicos, haciéndolos más acogedores y limpios. ¡No más humo de segunda mano!".

Sin embargo, a Syazwani le sorprendió la designación de Singapur como zona azul, incluso a pesar de la gran cantidad de azúcar, sal y leche de coco que se utiliza en los platos locales. Eso también está cambiando, aunque lentamente.

"Dada la inclinación de nuestra cocina local por ingredientes más ricos, la Junta de Promoción de la Salud tiene iniciativas para fomentar opciones dietéticas más saludables entre los residentes", explica.

"Medidas como el etiquetado nutricional obligatorio y la reducción del contenido de azúcar en las bebidas han marcado una diferencia notable en la conciencia y las opciones de salud pública”, señala.

"Aunque aún no se sabe exactamente qué tan efectiva es esta iniciativa, personalmente tiendo a alejarme de las bebidas azucaradas cuando veo las etiquetas".

El sistema de salud de Singapur también ha recibido elogios mundiales, tanto por la calidad de la atención como por su capacidad para mantener los costos estables.

El Índice de Prosperidad Legatum de 2023 clasificó al país como el mejor del mundo en lo que respecta a la salud de los ciudadanos y su capacidad para acceder a la atención médica.

Singapur ofrece cobertura sanitaria universal y cuenta con una combinación de servicios privados y fondos de ahorro para ayudar a cubrir los gastos de bolsillo.

Espacios verdes

Pero no sólo la atención sanitaria influye en que los residentes tengan una vida más larga.

El transporte público sólido facilita la movilidad y la prioridad de mantener el país limpio brinda a los residentes una sensación de seguridad y calma

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