Soy un crítico permanente de las malas prácticas de los gobiernos, y no me tiembla la voz cuando hay que señalar la ineficiencia, la improvisación o el uso político de los recursos públicos. Pero la objetividad y la responsabilidad también implican reconocer cuando algo se hace bien. Y en el área de salud, hay que admitir que el gobierno ha ejecutado una serie de obras hospitalarias de gran magnitud y valor social, que merecen destacarse.
Durante los últimos meses, el país ha visto inaugurarse una cadena de hospitales modernos, bien equipados y estratégicamente distribuidos en distintas regiones. No son simples remozamientos cosméticos, sino centros que amplían capacidades reales de atención, elevan la dignidad de los pacientes y devuelven esperanza a comunidades que durante décadas esperaron una respuesta.
El nuevo Hospital Regional Universitario Dr. Ángel María Gatón Calderón,
inaugurado en noviembre de 2025, es una obra monumental: 329 camas, 35 de cuidados intensivos, 14 quirófanos, banco de sangre, áreas especializadas y un diseño que cumple estándares internacionales.
Con una inversión que supera los RD$ 9,000 millones, se convierte en uno de los hospitales regionales más completos del país.
Es un avance real para el Cibao y una señal de que cuando hay planificación, la obra pública puede dejar huellas duraderas.
Higüey y Azua: la nueva red de hospitales traumatológicos
En el Este, Higüey recibió su primer Hospital Traumatológico Regional, con una inversión cercana a RD$ 1,000 millones, convirtiéndose en el primero de su tipo en toda la región.
Y en el Sur, Azua estrenó el Hospital Traumatológico Taiwán 19 de Marzo, con una inversión de RD$ 898 millones.
Ambos centros atenderán a miles de pacientes que antes debían trasladarse largas horas a Santo Domingo o Santiago ante cualquier emergencia grave.
Son obras que salvan vidas, literalmente, y representan una apuesta real por la descentralización de los servicios de salud.
Baní y Yaguate: dignidad en la atención primaria y provincial
El Hospital Nuestra Señora de Regla, en Baní, fue totalmente remozado y equipado con 44 camas, 16 consultorios, áreas de ginecología, pediatría, rayos X, sonografía y cuidados intensivos. Una inversión superior a RD$ 280 millones que beneficia a más de 200 mil personas en la provincia Peravia.
Mientras que en Yaguate, provincia San Cristóbal, se entregó un hospital municipal completamente transformado, con emergencia moderna, quirófano, laboratorio, unidad neonatal y áreas de internamiento, con una inversión de RD$ 126 millones.
Pequeñas comunidades que por años fueron olvidadas hoy cuentan con infraestructuras dignas y funcionales.
Ciudad Sanitaria: un salto hacia la alta complejidad
Y en la capital, la inauguración del Hospital Clínico-Quirúrgico Dr. José Joaquín Puello, dentro de la Ciudad Sanitaria Dr. Luis Eduardo Aybar, representa un salto de modernidad para la salud pública dominicana.
232 camas, 14 quirófanos, 40 unidades de cuidados intensivos, la unidad de quemados más avanzada del Caribe y tecnología de punta, con una inversión superior a RD$ 3,200 millones.
Es un símbolo de que el Estado puede construir hospitales de primer mundo cuando hay decisión, planificación y continuidad.
Reconocer no es rendirse
Claro que no todo está bien: aún hay hospitales sin insumos, médicos mal pagados, zonas rurales sin ambulancias y deficiencias que deben corregirse con urgencia.
Pero también hay que admitir que en el mapa hospitalario de la República Dominicana se están levantando infraestructuras que hacía mucho tiempo el país no veía.
Esas obras no son propaganda; son paredes que salvan vidas, quirófanos que devuelven esperanza y camas que significan descanso para miles de dominicanos que no pueden pagar una clínica privada.
Conclusión: el equilibrio de la verdad
Ser crítico no es ser ciego. La madurez política exige reconocer los avances sin perder la exigencia.
El país necesita más hospitales, mejor gestión y salarios dignos, pero también necesita que quienes opinamos tengamos la grandeza de decir, con claridad, cuando las cosas se hacen bien.
Y en materia de infraestructura hospitalaria, este gobierno aunque falte mucho por hacer ha dado pasos grandes, visibles y necesarios.
Y eso, aunque parezca raro en estos tiempos polarizados, hay que decirlo sin miedo

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