martes, 29 de julio de 2025

Olivorio, Palma Sola, los mellizos y la mentira perpetuada


Los mellizos León y Romilio Ventura proclamaban que con el movimiento Unión Cristiana Mundial, que instauraron en 1959 en el paraje sanjuanero Palma Sola, consagrarían las aspiraciones truncas de Olivorio Mateo Ledesma (Papá Liborio) de un país en el que la justicia y la solidaridad fueran la regla y no una cada vez más menguada excepción.

Pero lo mismo que su mentor, tampoco lo consiguieron y el lugar es recordado por la masacre registrada el 28 de diciembre de 1962, la mayor del país y del Caribe, después de la exterminación indígena. Es imposible hablar de esa doctrina sin retroceder a la gesta liderada por el hombre que la inspiró.

Las Maguanas de Hato Nuevo, la tierra del “mesías” sureño, es un distrito municipal de San Juan de la Maguana, con 5,500 habitantes, donde el respeto al ser divinizado empieza en la entrada con un mural, cuyo centro ocupa, rodeado de Jesús y San Juan Bautista, como reafirmación de su semejanza.

El poblado montañoso lo conformaban alrededor de 50 familias con casas de tejamaní y yagua, cuando en 1916 empezó la rebelión olivorista contra la intervención estadounidense y en rechazo a una abusiva reforma agraria. Revuelta aunada al cristianismo sincretizado con rituales definidos paganos por autoridades que usarían este argumento para desacreditarla y al gestor.

El 27 de junio de 1922, bajaron su cadáver hasta el municipio cabecera, envuelto en lodo y yagua, 123 años más tarde, no hay en el sitio una sola alma que no repita la historia del hombre de los milagros y al que “los americanos” temían, porque “andaba con Dios”.

En la casa de su sobrina Juana Mateo permanecen tres cruces azules que fijara su abuela Matilde Escalante, por instrucción del guía espiritual para recibir al Espíritu Santo. Era la tesorera del grupo, la que disponía de los fondos para las actividades y esposa de Eugenio, hermano de Olivorio.

El amplio patio de la vivienda es centro de homenajes masivos. “Aquí todos lo veneramos, por lo que hizo y lo que hace”, dice convincente y empieza a cantar una salve en su honor.

Mamerto Ramírez Escalante mezcla el activismo religioso y político de su tío abuelo en una desbordada admiración. Le atribuye prodigios hasta después de muerto cuando “resucitó a un hombre de dos días”.

“Los gringos lo veían como un peligro, porque su poder venía de arriba. A mí papá lo bautizó, no quiso que ningún cura le pusiera la mano y jamás cobró por un servicio. Era un tolete”. De esta manera, deja asentado que le ocupaban las cosas terrenales y las celestiales, como un verdadero redentor.

Cuenta la leyenda que cuando lo mataron, su compadre Carmito Ramírez, integrante de una patrulla, le tapó los ojos con un pañuelo blanco para que no le cayera tierra y en la noche fue a devolverle y a agradecerle.

Su liderazgo religioso es tan arraigado, que fieles desde las partes más lejanas acuden al espacio de oración e incitación a rebeldía junto a la fuente de agua (La Agüita) en la que vivió sus últimos días. Esto a raíz de que por cuatro días desapareció del lugar y luego afirmó que tuvo contacto con Dios.

En esa morada reunía a una amplia congregación que compartía lo que poseía y en la que hombres y mujeres dormían juntos. Su seguidor Manuel Mateo Portes asegura que nadie irrespetaba porque “lo tumbaba”. No obstante, sus prácticas fueron calificadas inmorales.

Explica el ritual. Empieza en el calvario de tres cruces azules, 300 metros antes. Tres vueltas, una oración, una ofrenda, alcohol, y refresco rojo rociados alrededor, una vela y luego pasar al altar a consulta.

Sigue la caminata al santuario con similar protocolo, en la puerta sobre piedras espera una cruz también añil y en el fondo otras tres, del mismo color, continúa petición, lavarse en el chorro que nunca seca y tomar siete tragos.

Justo dieciséis años después de la muerte de Mateo Ledesma, el dictador Rafael Leónidas Trujillo convirtió a San Juan en provincia, el 20 de junio de 1938. Tenía alrededor de 100 mil habitantes, ya para 1962 subió a 130 mil y ahora supera los 270 mil, según datos oficiales. Pese a que pertenecía a Azua, es ahora la más extensa del país, con 3,363 kilómetros.

La intención de perpetuar una enseñanza

El movimiento de Palma Sola, la reedición del culto que 40 años antes instauró Liborio en esa y otras zonas, reunía a una congregación que aguardaba su resurrección, emulaba a los primeros cristianos y anunciaba que allí pasaría algo grande y pasó, pero no lo que esperaban. No descendió su líder ni en el sitio fue instalada la capital de la República.

Comunidad unificada, según la devota Eliosa Gutiérrez y lo mismo que cuatro décadas antes, esta mezcla de catolicismo con otros servicios, las acusaciones de inmoralidad y las doctrinas de emancipación fueron el detonante de la persecución.

El historiador Nelson Ramírez Matos narra que el Consejo de Estado que dirigía el país, envió una comisión encabezada por el inspector de las Fuerzas Armadas, general Miguel Ángel Rodríguez, a disuadir a los hermanos León para que sacaran a la gente, ocuparon el lugar por cuatro días, persiguieron por los montes a los peregrinos, mataron, detuvieron y montaron una larga vigilancia.

El paraje ya no es más que un espacio desierto con una cruz clavada en tierra reseca y blancuzca, para recordar la tragedia, que cual réplica de la matanza de los inocentes, tampoco tiene cifras exactas y las reseñas periodísticas solo consignan que dejó “cientos” “una cantidad indeterminada” de muertos.

¿Una trama contra un general y un coronel?

Miguel Ángel Rodríguez era un hombre de confianza de Juan Bosch, aspirante del Partido Revolucionario Dominicano que a todas luces sería el presidente de la República, después de la tortuosa transición de la dictadura a la democracia, con el ajusticiamiento en 1961 de Trujillo.

Ramírez Matos relata que el oficial informó al candidato de una propuesta que recibió del Consejo de Estado para evitar que asumiera el poder y que, en represalia, ese órgano le envió a Palma Sola. Cuestiona por qué si los cultos eran realizados desde tres años atrás, escogieron ese momento, ocho días después de las elecciones.

“La Policía llegó agresiva y atacó con bombas, entonces una multitud salió con palos y en esa refriega mató a Rodríguez. No fue lo único, el coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, que también rechazó las intenciones de un golpe de Estado cuando Bosch asumiera, fue herido en ese sitio”, asevera.

Indica que, en su informe, las autoridades consignaron que había sacos llenos de armas pero que investigadores estadounidenses que asumieron las pesquisas no hallaron evidencia.

Jerarcas y redentores

La idea propagada sobre la convivencia es que los mellizos habían construido una hermandad, una comuna. Sin embargo, Juan Sánchez Jiménez que acudió en 1959, cuando operaban en clandestinidad por temor a la tiranía, asegura que regía una jerarquía que alejaba a las masas de los cabecillas.

“Eran perros grandes, nosotros perros chiquitos, no teníamos contacto con esas personas”, expresa el hombre, que, aunque no necesitaba ninguna intersección ante Dios, acudía con un grupo en el que estaba una joven que le gustaba.

En cambio, para Librado González estar cuatro días recluido no fue traumático. En la celda culminó la redención que empezó en Palma Sola y que la tragedia interrumpió. Para su suerte y la de sus compañeros que acudieron desde Neiba, le tocaron los barrotes y no la muerte.

Preciso de esa demarcación es Ventura Ferreras Guzmán. Nunca fue a venerar ni a buscar favores, pero la nutrieron las historias de compueblanos que aseguran que los mensajes lanzados desde avionetas para que abandonen el lugar no eran más que balas convertidas en papeles.

Las estimaciones de supervivientes indican que ese pueblo barauquense y la familia León aportaron la mayor cantidad de víctimas. Era tal la devoción de la provincia Baoruco, que en Galván instalaron una especie de sucursal del santuario para los que no podían hacer el incómodo viaje de 300 kilómetros por las lomas, en animales y hasta a pie.

Una sola casa en el centro de la desgracia

Más que congelado, el tiempo ha dado un giro que golpea la vista. Desapareció el caserío por tres años protagonista del rito mesiánico más grande de las Antillas, cuya población aumentó tras la llegada de los mellizos. Las 35 viviendas de tejamaní y yagua fueron deshabitadas como si sus moradores entendieran que huir borraría el horror.

Solo una familia rehusó dejar atrás el sitio mancillado. Demetrio Lugo Zabala, de 81 años, (Tocayo) y su esposa María, viven en una casa de concreto, techada de zinc, con un amplio solar, a donde llegó la tecnología en forma de parábola y de internet. Era un hombre de 28 años y con su propia prole, pero su padre le prohibió asistir a esa “parranda”. Mas, acudió tres veces.

Para su suerte, el día de la matanza no fue uno de esos en los que desobedeció. Recuerda la hora exacta en la que los militares tomaron el lugar, las 9:00 de la mañana. Lo alertó el griterío de las trabajadoras que despalotillaban (descascaraban) maní y que huyeron “como alma que lleva el diablo, jesumanifica».

El sitio es una parcela rodeada de luto, un camino empedrado que cambia a asfaltado justo desde esa casa y concluye en la represa. La vista queda perdida ante tanto terreno desolado, pasto de ganado.

El realismo mágico empieza desde antes, al llegar a Ranchito, una sección de siete kilómetros y 45 distanciadas casas, a la que pertenece Palma Sola, con camino igual de terroso y pedregoso, que por primera vez empieza a ver asfalto y después de protestas, porque solo su distrito municipal, Carrera de Yeguas, fue beneficiado con ese símbolo de progreso.

El ministerio de cultura y el polémico reconocimiento al “mellizo”

En 2014, el Ministerio de Cultura, dirigido por el cantautor José Antonio Rodríguez, reconoció el aporte cultural de los mellizos con un atrevido homenaje que declaró a León Patrimonio Cultural Viviente. Romilio había fallecido. El acto que sacudió a las elites sociales y religiosas, enfrentó la teoría de que los hermanos rendían cultos anticristianos.

En entrevista para este medio, el gestor de la iniciativa esgrime razones como el legado significativo a la cultura al revitalizar el olivorismo y entre sus contribuciones destaca preservación de la identidad, reivindicación campesina, símbolo de lucha contra la opresión estatal y la intervención extranjera.

Admite que sí existía preocupación por reacciones negativas, dado que el movimiento fue estigmatizado por sectores conservadores, la Iglesia Católica y la oligarquía, pero afirma que el reconocimiento a León reflejó un cambio gradual en la percepción social, aunque persistían resistencias.

“El descrédito buscaba justificar la represión, eran vistos como una amenaza al statu quo por su influencia masiva en campesinos y su crítica al poder establecido, intereses políticos y económicos, presión eclesiástica”, proclama.

Dice que el tributo a uno de los hermanos queda extendido a todas y todos y revaloriza sus acciones revolucionarias, culturales y sociales.

Antes, hubo una jornada de concienciación enfocada en mostrar la obra que resulta de Palma Sola, con difusión educativa, charlas y encuentros para explicar la esencia social olivorista, separándola de los estereotipos de brujería y buscar la aceptación institucional.

Carrera de Yeguas y la incidencia de Palma Sola para elevarlo a distrito municipal

En 1962, la sección de Carrera de Yeguas tenía 1, 500 habitantes, en 2005 cuando fue elevada a distrito municipal 10, 000, ahora alrededor de 15, 000. Ese crecimiento y la poca emigración fueron razones de la Ley 367-05, del 19 de julio de 2005, para ascenderla. Otro motivo es que allí está Palma Sola, “lugar histórico”.

Sin embargo, el poco valor conferido a este santuario, abre una incongruencia. La falta de atención, el descuido, contrasta con el esmero puesto en “La agüita de Olivorio”.

El sociólogo Juan Cabral define penoso y bochornoso el abandono del centro de la matanza más terrible registrada en el archipiélago. Sugiere rescatarlo por su significado histórico-social y aprovechar que el turismo religioso está en alta.

El primer paso es acondicionar el tortuoso trayecto, que podría ser motivo de alejamiento y el otro una campaña de las autoridades, de la junta distrital, y de la provincial y ser incluida por las nacionales en un paquete de atractivos.

Plantea que las Matas de Farfán, municipio cabecera, promueva el crecimiento turístico que mejore la vida de sus 60 mil habitantes, que en 1962 apenas eran 17 mil. Preciso tocayo es el padre de Ángel Lugo (Ruddy) director de Carrera de Yeguas y prometió a este medio gestionar el asfaltado.

En la pobreza más abyecta, 109 años después

Una de las causas de la sublevación de Mateo Ledesma en 1916 era la desigualdad social, la inequidad en el reparto de riquezas. Esta realidad no registra muchos cambios en las comunidades donde su movimiento tuvo mayor incidencia.

La norma que eleva a Carrera de Yeguas, incluye entre sus considerandos que “es el paraje de más producción agrícola y ganadero y cuenta con calles, destacamento policial, acueducto, clínica y liceo”, servicios que aún no llegan a los parajes subidos a sección el mismo año: Ranchito, Caña Segura, Pozo Hondo, Yacahueque y Escondido.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario