¿Qué derechos tendrá el inquilino con la nueva ley de alquileres?

 Una nueva Ley de Alquileres en discusión en el Congreso dominicano podría cambiar para siempre la relación entre inquilinos y propietarios. La propuesta busca otorgar mayores garantías legales a los arrendatarios y formalizar los contratos de alquiler, en un país donde la informalidad predomina en este sector.

Entre los beneficios clave, destaca la eliminación del pago de depósitos y adelantos como requisito obligatorio, así como el establecimiento de nuevas reglas para desalojos y penalidades. También se contempla la creación de un órgano regulador que protegerá los derechos del inquilino.

Pero más allá de los titulares, ¿qué implicaciones reales tendrá esta ley para quienes alquilan una vivienda? A continuación, te explicamos de forma clara y directa los principales derechos y deberes que contempla el proyecto en favor de los arrendatarios.

Derechos que se consolidan para los inquilinos

Bajo el nuevo marco legal, los inquilinos tendrían garantizados varios derechos esenciales. Entre ellos:

• Derecho a un contrato formal y registrado.
• Prohibición de cobros abusivos como penalidades arbitrarias.
• Protección contra desalojos sin orden judicial.
• Acceso a instancias de conciliación en caso de conflictos.
• Derecho a recibir notificación previa ante cualquier terminación del contrato por parte del propietario.

También se reconoce el derecho a la privacidad y la inviolabilidad del domicilio, impidiendo que el propietario pueda ingresar sin consentimiento.

Responsabilidades del inquilino bajo la nueva ley

El proyecto no solo establece derechos, también detalla deberes. Entre ellos:

• Pagar puntualmente el canon de arrendamiento.
• Mantener la vivienda en buen estado y devolverla en condiciones similares a las recibidas.
• No subarrendar sin autorización expresa del propietario.
• Cumplir con las disposiciones del contrato y respetar las normas de convivencia.

Además, el inquilino estará obligado a reportar daños graves que puedan comprometer la estructura del inmueble, así como permitir inspecciones periódicas razonables acordadas entre ambas partes.